- Área: 1800 m²
- Año: 2018
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Fotografías:FERRESCANEPA photography
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Proveedores: Aluar, Aluminios del Uruguay, AutoDesk, Desmon, Microsoft Office, Reiter, Tilo, tecnomadera
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto surge frente a la necesidad de ampliar el Colegio Los Pilares, ubicado en una zona céntrica de Montevideo sobre el Parque José Batlle y Ordoñez.
La ampliación consistió en la construcción de un nuevo edificio ubicado en el centro de un terreno pasante, conectando las dos edificaciones existentes del colegio. El nuevo edificio se define en dos volúmenes, donde uno de los nuevos volúmenes se desarrolla en dos niveles y está ocupado por aulas de primaria. El otro, desarrollado en un solo nivel, elevado sobre el patio exterior, se ubican las aulas de secundaria. La nueva intervención se une a la edificación existente principal, de carácter patrimonial, mediante un espacio denominado “corazón”, el cual actúa como articulador del conjunto.
El corazón es el espacio principal, flexible y polifuncional del proyecto, centro de reunión y soporte físico de diferentes actividades (auditorio, exhibiciones, talleres e incluso ampliación del oratorio existente). Es a la vez un espacio de pasaje y de estar, de reflexión y de juego, un espacio capaz de albergar diferentes actividades temporales, ofreciendo un interior climatizado cuando no es posible tener ciertas actividades en los espacios exteriores.
El volumen de secundaria se eleva para permitir la conexión entre el patio 1+3, generando un espacio intermedio techado diseñado para el desarrollo de actividades protegidas del sol y la lluvia (exposiciones, charlas de grupo, etc). Este sistema de patios permite tener dos recreos de forma simultánea debido a su ubicación en el predio ya que se encuentran separados por el espacio techado. Debido a la orientación, cada patio adquiere características particulares de asoleamiento durante el día.
Para el desarrollo de la obra, se optó por un sistema constructivo integral de estructura de hormigón prefabricada, combinado con sistemas tradicionales de hormigón armado in-situ y albañilería de bloques vibrados, lo que permitió ejecutar la totalidad de las obras en 10 meses. Las fachadas de los nuevos volúmenes están compuestas por placas de hormigón prefabricado con terminación texturada o lisa y aberturas de aluminio negro. Alternando dicha composición, se genera un ritmo de fachadas que logra unificar los dos volúmenes del proyecto.
El espacio del corazón se destaca del conjunto por su altura y por la perfilería blanca del curtain wall, así como también por la materialidad interior en donde se eligieron revestimientos de madera natural y pavimentos de hormigón lustrado para la terminación del espacio. En el resto de los interiores se utilizaron cielorrasos de placa de yeso, losetas vistas y pavimentos de baldosas de monolítico.
Los espacios de las aulas, fueron definidos de acuerdo a las necesidades del colegio, planteando módulos de 42m2. Dichos módulos fueron agrupados de a pares, donde fácilmente por medio de muros móviles acústicos, se pueden unificar dos módulos, generando un diferente formato de aula con 84m2. Dicho planteo corresponde y se adapta a las tendencias de los nuevos sistemas educativos, presentando una mayor versatilidad y flexibilidad de los espacios, potenciando el desarrollo de diferentes actividades dentro del aula.